Tierra – Un mundo cambiante

Lanzarote parece casi todo el año yerma con sus mares de lava y volcanes estériles, sólo esporádicamente se ven palmeras y plantas de tierra más pequeñas. De vez en cuando, el viento de arena «Kalima» procedente del Sáhara nubla la vista. Pero una vez al año, cuando llega la temporada de lluvias, la isla florece y muestra la fertilidad del suelo volcánico, un verdadero fenómeno de color.

Sencilla, monocroma, tranquilizadora, borrosa: la Kalima es como un filtro sepia sobre Lanzarote, un efecto que nos hace reflexionar.

Dependiendo del fenómeno meteorológico, la tierra de Lanzarote se viste de un color diferente.

Corazones enraizados, cálidos y coloridos.

Al igual que el magma brilla en tonos rojos, la primavera de Lanzarote resplandece en una maravillosa llamarada de color. Esferas verdes se mezclan con tonos naranjas, marrones y amarillos de flores, volcanes y rayos de sol.